En un entorno en donde el cambio es la constante, el número y el impacto potencial de los riesgos que inciden sobre una empresa se ha incrementado. Proteger el crecimiento de una organización en el largo plazo, requiere de una administración eficiente de sus riesgos. Revisemos los antecedentes de esta disciplina y su definición, para evaluar como puede contribuir la aplicación de sus principios en tu empresa.
Durante los últimos 15 años, han sido públicos una serie de omisiones y/o errores en los Gobiernos Corporativos de grandes empresas que han tenido un gran impacto a nivel mundial (Enron, Citigroup, Lehman Brothers, entre otros. Lo anterior, ha sido una importante llamada de atención para las calificadoras de riesgos, inversionistas, clientes y organismos reguladores con relación a la forma en como directores y administradores están manejando el riesgo.
De manera que estos sucesos también han inducido una mayor apertura por parte de los corporativos, para revisar en forma más profunda los riesgos que enfrenta su organización. Lo anterior, ha generado que la Administración de Riesgos surja como una nueva disciplina y se incorpore formalmente en los procesos de administración de las empresas.
En el caso de las las empresas pequeñas y medianas es el propio empresario y/o sus principales funcionarios los que desarrollan esta función.
Origen de la Administración de Riesgos
Los primeros desarrollos en la Administración de Riesgos emergieron en Estados Unidos a partir de la función de Administración de Seguros.
En los años 1950’s, derivado del incremento en el número de siniestros en empresas, el costo de los seguros se volvió prohibitivo y las coberturas limitadas. Esta situación provocó que las empresas pronto se dieran cuenta que la compra de seguros era insuficiente si continuaban brindando poca atención a la protección de sus propiedades y de su personal. Las aseguradoras por su parte se preocuparon más por la calidad de las medidas de protección, los estándares de seguridad, los daños a terceros y otros temas de riesgo.
Este esfuerzo combinado de: financiar el riesgo y de controlarlo, se desarrolló de manera importante en Europa en los años 1970’s, surgiendo el concepto de Costo Total de Riesgo que hoy en día es tan importante.
En la medida de que se continuó con el esfuerzo principalmente por parte del sector empresarial, las empresas identificaron que existían riesgos adicionales que enfrentaban y que no eran asegurables. Los instrumentos y técnicas de administración de riesgos fueron extendidas a otras áreas dentro de la empresa.
"La administración de riesgos proporciona
un marco de trabajo a las empresas para operar y reaccionar ante la incertidumbre."
La madurez de la Administración de Riesgos como disciplina es tal que ahora el vínculo con los seguros es mucho menos fuerte. El Seguro es ahora visto como una de las técnicas de control de riesgo y es únicamente aplicable a una parte de los riesgos puros o peligros.
Los riesgos relacionados con Finanzas, Comercio, Mercado y Reputacionales son ahora reconocidos como más importantes, y son completamente distintos de la clasificación histórica de riesgos asegurables.
¿Qué es la Administración de Riesgos?
Partimos del principio que el riesgo está en todas partes y deriva directamente de la impredecibilidad.
De esta forma, la Administración de Riesgos se puede definir como la serie de actividades que se desarrollan dentro de una organización para alcanzar los resultados más favorables posibles y reducir la volatilidad o variabilidad de los resultados.
El proceso de identificar, evaluar y administrar los riesgos facilita a cualquier negocio alcanzar sus objetivos estratégicos: está claro que no puede todo estar bajo el control de la empresa.
La Administración de Riesgos en la Pequeña y Mediana Empresa
En el caso de la Pequeña y Mediana Empresa, la Administración de Riesgos todavía es incipiente, y en pocas ocasiones, encontramos la función bien definida. La identificación de riesgos se sigue realizando desde una perspectiva empírica, sin un marco de trabajo bien estructurado, que hasta cierto punto garantice que se estén considerando los riesgos más importantes. La forma de abordar los riesgos sigue siendo más desde una perspectiva de seguros, que desde una perspectiva integral de riesgos.
Hoy en día, 3 de cada 4 corporativos cuentan con un Departamento de Administración de Riesgos (Global Risk Management Survey 2017, AON), lo que nos da una referencia de la importancia de la función.
Para una Empresario Pyme la aplicación de estos principios, le permitiría: a) aumentar su capacidad de enfrentar cambios abruptos, b) mejorar la certidumbre de sus resultados y c) contribuir a mejorar su tasa de rendimiento.
No se requiere crear un departamento para empezar esta actividad, basta con incorporar algunas actividades al amparo de Proceso de Administración de Riegos que incorpore: Identificación, Evaluación, y Tratamiento de los Riesgos de su empresa. Pero este será tema de otro post en el sitio.
